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La seguridad personal puede verse afectada de diferentes formas por el abuso de sustancias. A muchos adultos les preocupa la cantidad de jóvenes cuyas vidas se ven dañadas o destruidas por el abuso de sustancias. El abuso de sustancias es una forma de violencia hacia uno mismo y potencialmente hacia otras personas. Al igual que en otras áreas de la seguridad personal, es importante aceptar que no hay recetas que funcionen en el 100% de los casos. El abuso de sustancias es un problema complejo y difícil. A continuación veremos, desde el enfoque que Kidpower tiene para enseñar habilidades de auto protección, algunas sugerencias para los adultos que quieren ayudar en este problema.

Comprenda por qué existe el abuso de sustancias
A lo largo de toda la historia las personas han buscado cambiar la forma en que se sienten o perciben el mundo introduciendo sustancias potencialmente peligrosas en su organismo, ingiriéndolas, inhalándolas o absorbiéndolas a través de su piel. Las personas hacen esto con el alcohol, con drogas legales e ilegales, pegamentos, hongos, tabaco y gasolina, para nombrar sólo algunas sustancias.

Las personas usan y abusan de las sustancias por curiosidad, porque se sienten solas, porque buscan la iluminación, porque están aburridas, o quieren ser aceptadas por su grupo de pares, para imitar a los mayores, para reducir el estrés, para disfrutar de un estado placentero de éxtasis, para relajarse o aliviar su dolor físico o emocional.

Enfrente el problema
Los jóvenes tienen que comprender que lo que diferencia el USO de una sustancia del ABUSO de la misma es cuando la conducta se vuelve destructiva hacia sí mismos o hacia otros. Usted puede ser franco al hablar de las consecuencias sobre la seguridad personal, al decir cosas como: “Si conduces de forma temeraria debido a que tu mente no está completamente atenta, puedes matar o lastimar a otras personas”. “No estar del todo consciente porque tu mente y tus emociones están alteradas puede ponerte en un mayor riesgo de ser atacado, o provocado para comenzar una pelea, o tomar malas decisiones sobre tu conducta sexual, o tener accidentes.” “Hacer algo ilegal puede llevarte a la cárcel o al reformatorio, que son lugares horrendos para quienes están allí”. “Estar con otras personas que infringen la ley puede hacerte más vulnerable a la violencia.” “Algunas sustancias son tóxicas y pueden dañar tu cuerpo o destruir tu mente.” “Las sobredosis de algunas sustancias pueden dañarte de por vida o llevarte a la muerte.”

Reconozca la conducta adictiva
Los jóvenes necesitan comprender qué son las adicciones, cómo reconocer las conductas adictivas en sí mismos y en otras personas y cómo obtener ayuda. Algunas conductas y sustancias son adictivas, esto significa que una persona puede caer fácilmente en una dependencia física o emocional de dicha sustancia o conducta. Esto puede hacer que sea difícil dejar de usar estas sustancias o dejar de repetir esa conducta adictiva una vez que se ha comenzado, aunque uno ya no quiera hacerlo. Algunas personas son mucho más vulnerables a volverse adictas que otros, esto significa que no porque otra persona no tenga problemas para dejarlo, puede decirte que tú no tendrás problemas tampoco.

Sea realista
Demonizar el abuso de sustancias (o las personas que usan drogas o alcohol) no resulta efectivo. Los jóvenes que están en mayor riesgo no le creerán a menos que lo que diga sea objetivo y equilibrado. El acceso a las sustancias potencialmente peligrosas y a las personas que abusan de ellas puede darse en cualquier lugar: en cualquier hogar, escuela, vecindario o comunidad, con grupos de cualquier nivel de ingresos, raza y cultura.

Muchos adultos exhiben un abuso de sustancias o dependencia de otras conductas autodestructivas o adictivas que afectan su seguridad y bienestar personal. Nuestra sociedad es muy incoherente acerca de lo que es o no socialmente aceptable o contra la ley.

Inicie conversaciones aunque los jóvenes se muestren reacios
Muchos expertos sostienen que hablar sobre este tema es un factor de importancia capital en la prevención. Aunque hagan gestos despectivos, comentarios sarcásticos y digan que ese tema les aburre a morir, a los jóvenes cercanos a usted sí les importa lo que usted piensa y necesitan su respeto. En vez de desviarse del tema o enfurecerse con lo que parece una conducta irrespetuosa, considérelo como un signo de incomodidad. Por el bien de la seguridad personal de ellos, aténgase firmemente a su intención de hablar, manteniendo el humor y la compasión.

Recuerde que los varones se sienten más cómodos al conversar cuando usted se sienta a su lado, hombro con hombro. Esto significa que no tendrán que mirarlo a usted, porque usted estará mirando en la misma dirección que ellos. Las chicas se sienten más cómodas hablando cara a cara. No importa cómo lo haga, pero sea claro, respetuoso y persistente en expresar su preocupación y sus valores.

Declare que el abuso de sustancias y toda otra conducta peligrosa es anticuado y contra las reglas
Las escuelas y grupos juveniles deben transmitir un mensaje con respecto a la seguridad a nivel personal y comunitario, que sea firme y coherente: fumar, beber alcohol si son menores de edad, la conducta temeraria, la violencia, el bullying y el abuso de drogas NO es para nada gracioso y NO es aceptable. Exponga a los jóvenes ante los líderes de la escuela, deportistas y artistas favoritos que sean sus modelos o ejemplos a seguir y haga que ellos les transmitan el mismo mensaje que usted. Elija a estos líderes con cuidado, de acuerdo con su conducta tanto como con su mensaje, para ayudar a los jóvenes a identificarse con los modelos que refuerzan los valores que usted desea transmitir. Imponga consecuencias realistas y justas y refuércelas de manera consistente.

Acepte que las adicciones necesitan tratamiento y no culpe a nadie
La vergüenza y la culpa que acompañan la conducta adictiva dificultan buscar tratamiento y ayuda. Esto dificulta más todavía que las personas que están padeciendo una adicción puedan mejorar su seguridad y bienestar personal. Así como algunas personas son más propensas a las alergias o a las afecciones cardiacas, algunas personas son más propensas a las adicciones.

Sea un buen ejemplo
¿Usted abusa de alguna sustancia, aunque sea legal? ¿Tiene alguna conducta adictiva como la compulsión al trabajo o al juego? ¿Comete actos poco éticos sólo porque “todo el mundo lo hace”? ¿Se muestra usted mismo incapaz de controlarse? ¿Se justifica usted en su conducta autodestructiva diciendo “no puedo evitarlo”? ¿Tiene alguna otra conducta que ponga en riesgo su seguridad personal? Si ha respondido afirmativamente, será difícil para usted convencer a los jóvenes de actuar de un modo que sea distinto al que ven en usted.

Dé un buen ejemplo a los jóvenes cercanos a usted y elimine las conductas autodestructivas y adictivas. Si no puede hacerlo solo, deles el ejemplo a los jóvenes: que ellos lo vean comprometido y buscando ayuda para su propia seguridad y cuidado personal, yendo a terapia, uniéndose a un grupo de asistencia, considere inscribirse en un programa de ayuda, etc. Sea persistente y busque hasta que encuentre la ayuda que necesita.

Asegúrese de que los jóvenes sepan que ellos le importan a usted y que usted se ocupa de ellos
De acuerdo con muchos expertos, tener buenos vínculos con adultos responsables y comprometidos es un factor decisivo en la prevención del abuso de sustancias. Durante la adolescencia, los jóvenes pueden mostrarse irritables o como si no quisieran ser molestados por los adultos que los rodean. Insista en pasar tiempo con ellos a toda costa.

Trate de encontrar actividades que ambos disfruten. Esfuércese por alentarlos a hablar sobre lo que les preocupe y escúchelos sin juzgarlos y sin sermonear, ayudándolos a encontrar sus propias soluciones.

Asegúrese de que los jóvenes adquieran buenas habilidades para poner límites
Decirle “Simplemente di que no” no ayuda mucho. Saber lo que se supone que uno debe hacer no equivale a ser capaz de hacerlo realmente.

Los jóvenes necesitan la oportunidad de desarrollar habilidades de seguridad personal tales como evaluar una situación y resistir la presión de su grupo de pares. En la vida real, es más probable que las personas hagan lo que han practicado, así que trabaje en role plays con ellos. Pídales ayuda a los chicos para plantear situaciones y diálogos que sean realistas para ellos. Póngalos en el rol de una persona que pone presión. Los jóvenes necesitan mucha ayuda para aprender a decir que “NO” y alejarse, sin temer quedar mal frente a sus amigos.

Si no puede practicar esto con los chicos, insista para que lo hagan con otro adulto en quien usted confíe. Los programas como Kidpower y Teenpower ayudan a los jóvenes a aprender y practicar habilidades de seguridad personal tales como poner límites apropiados consigo mismos y con los demás. Los jóvenes también aprenden a reconocer y tomar control de sus propios disparadores emocionales que le dificultan mantenerse firmes con sus límites.

Empodere a los jóvenes para que se sientan protagonistas de la solución del problema
Pregúnteles a los jóvenes cuáles son sus ideas. Ayúdelos a organizar actividades que promuevan alternativas y educación.

Evite la negación
No ignore los síntomas ni los problemas. Si algo le preocupa, hable. Intervenga rápidamente si percibe signos de abuso de sustancias u otra conducta destructiva que pueda afectar la seguridad y el bienestar personal. Sea persistente en la búsqueda de soluciones.

Trabaje junto a otras personas interesadas
Explore las ventajas y desventajas de los recursos que ofrecen organizaciones y grupos locales. Recuerde que usted no está solo y no es el único preocupado por este problema.

Busque apoyo terapéutico u otro tratamiento lo más pronto posible cuando detecte un problema
Manejar adicciones no es una simple cuestión de fuerza de voluntad. Si usted sospecha o sabe que un joven tiene un problema, hable con tantas personas como pueda para encontrar todas las clases de apoyo disponibles.

Respétese a sí mismo, aunque las cosas vayan mal
Muchas personas miran hacia el pasado y se lamentan por no haber actuado de forma diferente. Sin importar cuánto le importe a usted un noven, ni cuánto haya intentado hacer lo mejor posible por cuidarlo/a, no importa cuán buena persona sea ese/a joven, él o ella puede terminar dañado por el abuso de sustancias. En vez de mortificarse, usted puede convertirse en un excelente ejemplo para los jóvenes si actúa y cree que uno no necesita ser perfecto para ser una buena persona. Respétese a sí mismo por ser compasivo y valiente y por buscar ayuda en el presente.

Recuerde el principio fundamental de Kidpower: La seguridad y la autoestima son más importantes que la vergüenza, la inconveniencia u ofensa
Tal vez necesite superar su propia vergüenza o incomodidad. Tal vez será ofendido o agredido por la reacción de los jóvenes cuando intente acercarse a ellos. Supere todos los obstáculos. Manténgase enfocado y en calma. Deje que los chicos vean que usted no se alterará si ellos admiten que ya están usando sustancias.

La seguridad personal de los jóvenes requiere apoyo por parte de los adultos. Es más probable que los chicos hablen con usted si usted puede mostrarse tranquilo y empático en sus palabras y forma de actuar, al tratar este tema. Debido a que algunos temas son demasiado difíciles de hablar con los miembros más cercanos de la familia, asegúrese de que los jóvenes puedan acudir a otro adulto de confianza que también los pueda ayudar.

Sobre Kidpower
Kidpower Teenpower Fullpower International es una organización internacional sin fines de lucro líder en educación para la protección de los niños. Enseñamos habilidades de seguridad personal para todas las edades y capacidades. Desde 1989 Kidpower ha protegido a más de seis millones de niños, adolescentes y adultos, incluyendo aquéllos con necesidades especiales, del bullying, abuso, secuestro, y otros tipos de violencia. Para conocer más sobre los recursos, talleres, y publicaciones de Kidpower en español, visite nuestra página web.

 

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Fecha de Publicación: November 13, 2013   |   Última actualización: July 1, 2020

Traducción: Gisella Gámez

Kidpower Founder and Executive Irene van der Zande is a master at teaching safety through stories and practices and at inspiring others to do the same. Her child protection and personal safety expertise has been featured by USA Today, CNN, Today Moms, the LA Times, and The Wall Street Journal. Publications include: cartoon-illustrated Kidpower Safety Comics and Kidpower Teaching Books curriculum; Bullying: What Adults Need to Know and Do to Keep Kids Safe; the Relationship Safety Skills Handbook for Teens and Adults; Earliest Teachable Moment: Personal Safety for Babies, Toddlers, and Preschoolers; The Kidpower Book for Caring Adults: Personal Safety, Self-Protection, Confidence, and Advocacy for Young People, and the Amazon Best Seller Doing Right by Our Kids: Protecting Child Safety at All Levels.