La intuición es una poderosa herramienta de protección. La intuición es algo dentro nuestro que se da cuenta cuando estamos en peligro porque algo riesgoso o algo que ‘no está bien’ podría estar a punto de ocurrir.
Esa sensación de que ‘hay algo raro’ es un aviso, un presentimiento de nuestra intuición que nos dice que hay algo que no está bien.
Es nuestro cuerpo que nos avisa: “Oh oh, algo no anda bien”.
Puedes ayudar a los niños a protegerse y a ser fuertes, enseñándoles a percibir, a confiar y a actuar cuando sienten esa sensación de que algo no anda bien, es decir a huir del lugar o de la situación y buscar ayuda cuando sienten eso.
Para practicar, puedes decir: “Nuestra intuición nos ayuda a protegernos. Podemos llamarla la sensación de “oh oh”. Esta sensación nos dice: ‘Atención, aquí puede surgir un problema’. Todos sentimos esa sensación en diferentes formas. Algunas personas sienten que se erizan los vellos de la nuca, o en los brazos. Otros sienten una sensación rara en el estómago. Otros pueden sentirse súbitamente tristes o preocupados. Es nuestro cuerpo que nos avisa: ‘Oh oh, algo se siente raro, tengo que irme de aquí o hacer ya mismo un plan para protegerme.’”
“Supongamos que soy un amigo. Supongamos que quiero mostrarte algo en el cuarto de mis padres y tu sensación de “oh oh” te avisa que algo no anda bien. Entonces me dirás: ‘No, gracias, quedémonos aquí.’”
“¡Excelente! Y si aun así te sientes incómodo, ¿qué puedes hacer?” Intercambia algunas ideas (llamar a los adultos, buscar a los adultos responsables de tu amigo, etc.).
“Además, pase lo que pase, cada vez que tengas esa sensación de “oh oh” es importante que le cuentes luego a un adulto en quien confíes.”