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La calidad del programa y el enfoque del instructor hacen una gran diferencia en los resultados de cualquier tipo de entrenamiento. La defensa personal no es la excepción. Cuando están bien hechos, los talleres de defensa personal pueden resultar muy motivantes, ventajosos y útiles. Cuando están mal hechos, pueden ser aburridos, desmotivantes y destructivos. Cuando se trata del entrenamiento en defensa personal o cualquier habilidad vital, los beneficios potenciales son reales y tangibles, tanto como lo son los peligros potenciales. Por lo tanto, vale la pena tomarse el tiempo necesario para pensar antes de optar por una alternativa.
He aquí algunas cuestiones a tener en cuenta a la hora de evaluar un programa de defensa personal:
1. ¿El contenido es positivo, fidedigno, integral y apropiado para la edad y situación de vida de los alumnos?
Los mejores programas proporcionarán una variedad de herramientas para la seguridad personal, como estar atentos, hacerse cargo del espacio que nos circunda, obtener ayuda de otros, fijar límites con las personas conocidas, amenguar el conflicto, permanecer en calma y tomar elecciones alternativas en vez de sólo alterarnos frente a los problemas que nos surgen. Las habilidades para la defensa física se enseñarán en un contexto en el que ya se hayan agotado todas las alternativas para salir de una situación a salvo, sin tener que pelear.
Recuerda que los niños pueden resultar traumatizados por los relatos de hechos infortunados ocurridos a otros niños. Los niños aprenden mejor si su instructor adopta un enfoque tranquilo, directo que les transmita que ellos pueden estar a salvo casi todo el tiempo, aprendiendo a hacer unas pocas cosas sencillas.
Busca programas que se basen en la investigación de diferentes áreas incluyendo salud mental, educación, prevención del delito, fuerzas de seguridad y artes marciales.
Busca referencias de personas reales y organizaciones acreditadas.
Busca programas que estén dispuestos a mencionar aquello que han aprendido de otros, en vez de decir que ellos han inventado “la mejor y única forma de aprender defensa personal real”.
Ten cuidado con los programas que dan respuestas simplistas o absolutas, tales como: “Si usted entrena con nosotros, nunca más volverá a tener miedo”.
2. ¿El instructor es claro, respetuoso, idóneo, entusiasta y fluido para adaptarse?
Tanto tú como los niños y jóvenes a tu cuidado merecen tener instructores que quieran ayudar y no descorazonar. Los buenos instructores no hacen comentarios negativos sobre sus alumnos ni de otras personas y no permiten a otros hacerlo, ni siquiera en broma.
Busca instructores que sepan cómo ser a la vez firmes y respetuosos cuando ponen límites con los alumnos que hacen cosas que distraen la clase.
Los mejores instructores estarán dispuestos a modificar lo que están haciendo para satisfacer las necesidades de los alumnos, en vez de tener un formato de enfoque estándar, como un producto enlatado. Los role-plays para demostrar o practicar habilidades deberían ser descriptos en términos de situaciones factibles que podrían ocurrir a los alumnos. La forma de presentar las cosas debería ser en términos que sean significativos para los alumnos. En vez de decirle a un alumno no vidente que haga contacto visual con el posible atacante, por ejemplo, el instructor debería adaptar la idea diciendo algo como “gira tu cabeza hacia la persona para que se dé cuenta de que has notado su presencia.”
Los buenos instructores escucharán con consideración las cosas que a ti te preocupan y agradecerá que tú tengas la valentía de traerlas a colación, y no se pondrá a la defensiva frente a tus planteos. Siempre que sea posible, harán los cambios necesarios para que la clase funcione mejor para sus alumnos. Y como mínimo, explicará las razones para hacer lo que hace y por qué razón no puede complacer los deseos de todos.
3. ¿El enfoque está orientado a la acción o al discurso?
En general, las personas recuerdan mejor lo que han visto que lo que han escuchado. A su vez, las personas son más capaces de hacer lo que han practicado ellos mismos que lo que se les ha mostrado o lo que se les ha dicho acerca de cómo hacer algo.
Busca programas que involucren demostraciones más que explicaciones y que brinden muchas oportunidades de aprender mediante la acción.
4. ¿El aprendizaje se basa en la superación?
Puede resultar destructivo para la seguridad emocional y física de los alumnos el hecho de sentir que están fracasando al intentar aprender las habilidades de auto protección. El aprendizaje basado en la superación significa que los alumnos son guiados hacia lo que necesitan aprender de manera positiva. Las prácticas progresan paso a paso, y comienzan precisamente donde cada alumno se encuentra. La superación se define como progreso para cada alumno en particular y no como perfección de acuerdo con el estándar de un determinado instructor. Los alumnos son guiados y orientados durante la práctica de manera que puedan hacerlas lo mejor posible. También reciben una devolución sobre cómo mejorar en un contexto que comunica que “los errores son parte del aprendizaje”.
5. ¿El enfoque está orientado más hacia las artes marciales tradicionales o hacia la defensa personal práctica?
Los programas de artes marciales, tal como otras actividades que incluyen el movimiento interactivo, como otros deportes y danzas, son excelentes medios para generar confianza, templar el carácter y mejorar la condición física. Sin embargo, a fin de enseñar habilidades para la seguridad personal, el enfoque de la mayoría de las artes marciales es análogo a un programa social de salud preventiva a largo plazo. La defensa personal práctica, en cambio, es más bien como la medicina de emergencia, que enseña en unas pocas horas habilidades muy puntuales orientadas a prevenir secuestros, ataques y abusos por parte de desconocidos, intimidadores y personas conocidas.
La habilidad más importante que tiene que ofrecer un buen programa de defensa personal es la que nos permite actuar basándonos en nuestra intuición, evitando que nuestra acción se vea bloqueada por las emociones de confusión o miedo. Puede resultar difícil mantener el foco en cuáles son nuestras necesidades o las de nuestros niños, cuando nos vemos bombardeados por los consejos, a veces contradictorios entre sí, emitidos por diversos expertos. Si alguien te hace algo que consideras malo, aunque no puedas justificar tus sentimientos de manera racional, aléjate en vez de seguir expuesto a una situación potencialmente peligrosa. Sigue buscando hasta que encuentres un programa que responda satisfactoriamente según tu propio criterio, las preguntas que hemos presentado.
Cuando busques una clase de defensa personal o cualquier otro entrenamiento importante, presta atención a las respuestas emocionales de incomodidad que surjan en ti sobre el enfoque del instructor, aunque se trate de alguien altamente calificado y recomendado, y aunque como persona dicho instructor te parezca excelente. Con frecuencia, aunque con buena intención, algunos expertos tratan de enseñar hablando de lo que puede salir mal en vez de ayudar a sus alumnos a practicar cómo hacer las cosas bien. Recuerda que lo que un programa logra hacer realmente es más importante que lo que su literatura o sus representantes aducen poder hacer.
En Kidpower Teenpower Fullpower International, hacemos nuestro mayor esfuerzo para mantener la excelencia en el nivel de todos nuestros servicios. Te rogamos que nos contactes para informarnos si eventualmente sucediera que nosotros no cumplamos con este compromiso.
Fecha de Publicación: November 15, 2013 | Última actualización: May 3, 2021